Paco fue el benjamín de seis hermanos. Su padre no tenía trabajo fijo, así que se ocupó, para mantener a su familia numerosa, en distintas actividades, fue barbero, sacristán, músico, representante de máquinas de coser, vendedor de velas, lápidas y, también, escribía comparsas.
La afición a la música le venía a Paco de familia, ya que casi toda ella, se integraba en la en la modesta banda de música de Conil, donde su tío, su padre y cinco primos hermanos. Todos ellos estudiaron solfeo "por derecho", es decir, "a palo seco" que es como se entona bien por aquí.
A la muerte de su padre, a su madre le pusieron un despacho de pan con el que pudo sacar a su familia, pero con el tiempo, el negocio fue a menos y antes de que les faltaran el pan, se dijeron "VÁMONO PÁ CAÍ"
Tenía Paco 6 años cuando se encontró viviendo en la gaditana calle Trinidad, Nº 20, en pleno barrio de de La Viña, el que tiene a gala poseer el ambiente más chirigotero de la preciosa ciudad.
Comenzó a vivir, de manera intensa , el mundo carnavalero gaditano. Continuaba así la tradición familiar. Paco tuvo otros domicilios en Cádiz, en las calles S. José, Encarnación, Sacramento, Gaspar del Pino y, finalmente, S. Salvador, (Grupos Astilleros).
Paco decía: "empecé de monaguillo, fue lo primero que hice..." en S. Lorenzo y el la parroquia de de La Viña, la iglesia de La Palma, que era y es, el Templo del barrio carnavalero.
Con trece años, se colocó en una fábrica de bombones, en ella estuvo casi toda su juventud, dedicándose , ya entonces , a hacer letrillas con las músicas que había oído.
Al terminar la Guerra Civil, organizó un conjunto y estuvo tres meses de turné. El conjunto se llamaba "LOS FERNÁNDEZ", regresando rápidamente desde Córdoba por el fallecimiento de su hermana María, pero con el propósito de reincorporarse , nuevamente, en Granada. Pero cuando llegó a Cádiz le dijeron que tenía una llamada de los Astilleros por haber sido aprobado su ingreso. Entró de Ayudante de Carpintero, siendo destinado a la reparación de ferrocarril. Después pasó a Listero, más tarde, a Técnico de Organización.
El día 22 de abril de 1954 se casaba, naturalmente, en la la parroquia de Ntra Sra de La Palma, con María Flores Núñez. Tuvieron cinco hijos: Marcos, Diego, Paquito, Juan Antonio y Cati.
Él decia a menudo, "mi afición es la lectura, yo no tengo títulos, no tengo más que la carrera de la vida, con la que hay que dar de comer a los cinco hijos." Esa afición a la lectura, influyó en sus letras. La música formaba parte de él. Además hizo estudios de solfeo y perteneció a la Banda de Educación y Descanso y, después, a la Filarmónica Gaditana, como clarinete.
La llegada a Cádiz de Valcárcel como gobernador significó un cambio radical para el carnaval gaditano. Autorizó, de nuevo, la salida de las comparsas a la calle, tras la Guerra Civil.
Esto ocurría a finales de los años 40. Y el Sr. Valcárcer era un enamorado del Carnaval y lo demostró encargándose de hacerlo resurgir.
Paco Alba iba a ser el mejor representante, después del célebre "Tío de la Tiza", que volvían, sin haberse ido nunca. desde "Los vendedores de mariscos", de 1953, a "Los belloteros" de 1975, sus agrupaciones representan la gracia y finura artística de Cádiz, a través de la frescura, ironía, salero y elegancia de sus letras, que acompañaba con su calidad de unas músicas medidas y pensadas para lo que estaban diciendo aquellos tipos. En suma un todo, el mejor exponente y representante del Carnaval gaditano de los años comprendidos entre 1950 y 1975.
Cuando ya se ha cumplido el primer centenario desde que "El Tío de la Tiza" escribiera su Coro "Los Claveles", la figura del gran Paco Alba forma , con la del ya citado "Tío de la Tiza" y la de Manuel López Cañamaque la triología de autores más reconocidos y destacados que perdurarán en la memoria de los aficionados al Carvaval gaditano y a los que amamos a esa BENDITA Y HERMOSA TIERRA.
Fue el más galardonado y destacado, hasta hoy, de la historia de nuestros entrañables Carnavales Gaditanos.
Éste es un sentido homenaje a su memoria, con profundo agradecimiento a su gran obra.
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